Las torres de Serranos son un gran referente de la ciudad de Valencia y uno de sus monumentos mejor conservados. De la antigua muralla, que se ordenó derribar en 1865, sólo quedan estas puertas y las Torres de Quart.
Los jurados de Valencia encomendaron su construcción al maestro Pere Balaguer, quien se inspiró en otras puertas góticas de Cataluña, como la Puerta Real del Monasterio de Poblet, inspirada a su vez en el estilo arquitectónico genovés.
Su uso principal durante mucho tiempo fue servir de defensa en cualquier asedio o eventual ataque a la ciudad, pero más generalmente se utilizaba para ceremonias y entradas oficiales de embajadores y de reyes, y es considerada, aún en la actualidad, la entrada principal de la ciudad.
En 1586, después del incendio de la ciudad, las torres se reconvirtieron en prisión de nobles y caballeros, hasta el traslado de los presos al Convento de San Agustín en 1887. A partir de ese momento tuvo diversas utilidades hasta la actualidad, como servir ahora de museo.
En la actualidad las puertas se pueden visitar y subir, desde donde aún a día de hoy se tiene una vista formidable de Valencia. Las puertas de Serranos se utilizan para varios actos en la ciudad. Quizá el más característico es la crida de las fiestas de las fallas, donde, a finales de febrero, la fallera mayor llama a los valencianos y falleros a comenzar las fallas.